¿Somos Inmortales?

En el cuerpo  no, por  muchos inventos que quieran hacer para evitar que nos muramos no lo van a lograr. En el alma sí qué somos inmortales, nuestra alma que está unida al cuerpo no muere. Permanece con nosotros por toda la Eternidad. Al final de los tiempos seremos juzgados por Dios, y dará a cada uno según hayan sido sus obras.

Hace unos meses venia en la revista el Semanal la entrevista que le hacia esta revista al Filosofo Josep María Esquirol, por el premio XL Semanal al Pensamiento. Es Catedrático de Filosofía en la Universidad de Barcelona.

Nos alertaba sobre la inteligencia artificial, y criticaba la obsesión por la inmortalidad.

“El sueño de la inmortalidad es un invento de evadirse de lo fundamental. El ser humano es mortal, y no va a dejar de serlo. Estamos tocados por la muerte, pero también por la belleza y lo sublime. Queremos vivir porque la vida es una maravilla “

La realidad es que las personas no estamos hechos para la muerte sino para la vida con Mayúscula.

Comprobamos como desde la época de las cavernas daban culto a los muertos suponiendo que viven de alguna manera misteriosa más allá de la muerte.

Todos los domingos en la Misa al recitar el Credo, al final de él decimos: “Espero en la Resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro Amen.”

El considerar estas verdades de la fe católica, la muerte, el juicio, la Resurrección nos puede llevar a querer estar  más cerca de Dios cumpliendo sus Mandamientos y aceptando con alegría lo que nos llegue cada día, porque ahí está lo que Dios ha pensado o   ha permitido   para nosotros en ese día.

Jesús, nos advierte en el Evangelio de S. Mateo 24,42:” Velad pues, porque no sabéis en que día vendrá vuestro Señor.”

A veces lo que nos ocurre cada día puede ser costoso, una preocupación por distintas causas, una enfermedad… Pero eso no nos tiene que alejar de Dios, porque El cómo los buenos padres busca siempre nuestro bien, aunque no entendamos que el bien nos viene por el sufrimiento. Como no entiende el niño pequeño cuando lo llevan al médico y les hace daño que eso le va a servir para su bien.

S. Pablo que tuvo una vida bastante difícil, nos dice en la Epístola a los romanos:”Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros.”  

 Hace un tiempo, en un mensaje que me enviaron de buenos días decía: “El camino para ser feliz, es ser feliz mientras el camino.”

Jesucristo nos dijo: << Yo soy el Camino la Verdad y la Vida.>> Y a Jesucristo se le conoce leyendo el Evangelio, ahí está todo lo que hizo y nos dijo. Es un libro que no  debería de faltar en nuestras casas .El Papa lo ha recomendado en varias ocasiones, y en alguna otra, los ha regalado a los que estaban en la Plaza de S. Pedro y diciéndoles que es un libro de bolsillo.

El Evangelista S. Mateo nos ha narrado en su evangelio las Parábolas que Jesús explicó sobre el reino de los cielos, poniéndoles ejemplos sencillos  a los que le escuchaban para que pudieran entender. Pongo dos de ellas. << El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo que al encontrarlo un hombre, y en su alegría, va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo. El reino de los cielos se parece a un comerciante de perlas finas que, al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra >> sigue más en ( Mtº. 13, 44- 52).

Vemos que estos personajes lo arriesgan todo por conquistar el reino de los cielos.

A nosotros también nos va mucho en ello. S. Mtº, en otra parte de su evangelio, nos recuerda las palabras de Jesús que dice: << Porque ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma>>.

Porque el ir al cielo o al infierno depende de nosotros, Dios nos ha hecho libres, su gracia no nos va a faltar, pero tenemos que ser humildes reconocer nuestros pecados como el buen ladrón.

S. Agustín nos dice: “Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti”.

Para estar preparados para el momento que Dios nos quiera llamarnos conviene estar en gracia de Dios frecuentando los Sacramentos; cogernos de la mano de la Virgen que cada vez que rezamos el Avemaría le decimos, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.

Tenerle devoción a S. José que es Patrono de la buena muerte, y al Ángel de la Guarda que es nuestro compañero en el camino hacia Dios.

Humor: Un niño le pregunta a su padre: Papá, dónde están los Alpes. Pregúntaselo a tu madre que es la que lo guarda todo.

Un obrero llega a casa de cierto compañero y le dice: “El jefe está extrañado de que lleves tantos días sin ir a trabajar. Por eso me ha dicho que venga para saber qué es lo que te pasa.”

“Pues dile al jefe que por tener no tengo nada, pero que espero la gripe de un día para otro…”