Pese a tantas diatribas y oposiciones de grupos animalistas, el toro enmaromado de Benavente 2022 fue un canto a la bravura, una disposición humana que no quiere ni oír hablar de buenistas antitaurinos y que dio un sopapo descomunal a las organizaciones contrarias a este histórico y tradicional festejo con una participación humana incalculable.
La gente, la multitud mejor dicho, abigarrada, bajo un calor sofocante terrible, con climatología adversa, sudando tinta y dejando animosa por todo el trayecto la carrera del toro de Peñajara elegido para la ocasión y de nombre «Siguiñuelo«, participó activa, aclamó, aplaudió, se emocionó y logró dar una lección de tremenda respuesta popular al festejo taurino de cuerda más conocido de nuestra región.
Con él estuvieron gentes de Grazalema como de otras tierras de España donde el toro de cuerda significa una atracción, un vestigio de la historia, un resto etnográfico de primer orden que no puede ser escondido, ni humillado, ni de ninguna manera prohibido por la acción represiva de esas organizaciones que atacan la fiesta de toros por el capricho de hacerlo.
En estas dos fotografías de Benavente digital se muestra palpablemente la riada humana que acompañó al toro hasta su destino final por los distintos pasajes de la Plaza de la Madera a la plazuela de los Leones y el Matadero. Colorido, emoción, bravura y temple en el manejo de la maroma llevando al toro bravo, tradición de siglos, por las calles de Benavente.
Y en el silencio de sus despachos confortables y acondicionados la rabia anti bramando envidia.
Foto: Benavente digital