Hoy el cielo está de luto, Fernando, y los pocos rayos de sol que al atardecer osan atravesar como cuchillos afilados las nubes cargadas de lágrimas ahora iluminan débilmente los impertérritos chopos de la ribera, testigos privilegiados de tu infancia y de tu adolescencia – muy cerca del lugar donde descansarán tus cenizas – . ¡No ves que pierden sus hojas llorando tu ausencia al compás de un viento helado que oprime nuestro pecho y nos deja sin respiración!


Te fuiste sin despedirte, amigo Barri. Tú que a primera hora de la mañana rumbo al trabajo eras el primero en dar los buenos días a todos por whatsapp. Tú que los fines de semana al amanecer te preparabas para encontrar esos tesoros – que orgullosamente enseñabas después a algún amigo o conocido, que eran muchos – que esconde la naturaleza (frutos secos, cangrejos, setas, etc.) y que tú como nadie sabías encontrar. Tú que liderabas las rutas organizadas por Acasse-Va (asociación del Camino de Santiago del sureste a su paso por Valladolid) y Linderos (asociación vallisoletana de senderismo ), inmortalizando con el móvil algunos de sus bellos parajes para compartirlos después en el Facebook.


Echaremos de menos esa sonrisa tuya, Rojete, y tu sencillez en el trato con los demás – siempre te mostraste dispuesto a ayudar a todos en cualquier momento -. Y nos acordaremos más de una vez de tu inseparable bandolera de cuero con la que cargabas el embutido, algún mendrugo de pan y tu navaja, imprescindible. Echaremos en falta tu presencia en la parte posterior del bus de Acasse-Va, o en alguna de las plazas del coche rumbo al aparcamiento de la Feria de Muestras en el día de la ruta organizada por Linderos. Seguramente no nos demos cuenta y pidamos un vino o una cerveza sin alcohol de más cuando nos reunamos varios en el Por Fin los viernes al anochecer. Y en el recorrido de los faroles de los próximos años, yo personalmente te volveré a buscar detrás de la barra de la Puerta la Villa, en vano.



Dejaste una profunda huella en nosotros difícil de olvidar, pero la vida continúa y seguirás estando muy presente con tu grato recuerdo allá donde vayamos. Tú camina en el Paraíso. ¡Hasta siempre!
«Que la noche plateada,/ tienda un manto de luceros,/ y en su carroza de nácar,/ la luna, maga, de ensueños/ vierta sonrisas de plata/ y vele tus sueños eternos.«
6/11/2022