La décima edición de Valladolid Motor Vintage, organizada por El Norte de Castilla, convirtió el centro de la ciudad en un gran escaparate del motor clásico. Miles de vallisoletanos pudieron disfrutar, el pasado primero de octubre, de un desfile único de camiones, motos y coches con varias décadas a sus espaldas, procedentes de todos los rincones de España.
El diseño, siempre atractivo de los Ferrari, Porsche o Jaguar, se llevaba la admiración de los presentes, sin menospreciar a los RENAULT, SIMCA, FORD Y SEAT que sin tanto brillo, hacían las delicias de los presentes por su cercanía al gran público y por estar cargados de historias personales presentes en todos los que en su momento adquirieron alguno de sus modelos.
Las buenas temperaturas, excesivas para la época, acompañaron en una mañana, en la que no faltaron a la cita, una nutrida representación de los Amigos del 600 de Tordesillas. El popular “pelotilla”, es quizá, el grupo más numeroso de clásicos que más simpatías cosecha y el que más llama la atención a los más pequeños. Nuestro compañero Javi tuvo que hacer de maestro de ceremonias con un jovencito, de no más de cuatro años, que estaba entusiasmado con su “600”.
Los Amigos del 600 de Tordesillas desplegaron, como manda la ocasión, el tradicional y generoso almuerzo, envidia de muchos de los presentes, que emula los tradicionales picnics de los años sesenta, en torno al que se juntaban las familias y amigos.
La jornada, finalizó con una comida entre amigos, en la que seguimos compartiendo anécdotas y programando las siguientes salidas para no dejar enfriar los motores. Una gran jornada, que sin lugar a dudas, mereció la pena compartir.