Universo David Lynch

by Ivan Morales

El mundo del cine está de luto. El pasado 15 de enero nos dejó el director norteamericano David Lynch, autor de obras memorables del séptimo arte como El Hombre Elefante, Corazón Salvaje, Blue Velvet o Mulholland Drive, así como de la icónica serie de televisión Twin Peaks. Su fallecimiento, a causa de una enfermedad pulmonar posiblemente relacionada con su temprana adicción al tabaco, deja un vacío inmenso en la historia del cine.

Wild at Heart (1990) Directed by David Lynch Shown: Laura Dern (as Lula Fortune), Nicolas Cage (as Sailor Ripley)

Desde su infancia en Missoula, Montana, Lynch mostró una inclinación natural hacia el arte, especialmente la pintura. Su madre, Sunny, jugó un papel crucial en esta etapa, alentándolo a explorar su creatividad a través de manualidades y actividades artísticas. Según él mismo expresó en varias ocasiones, su infancia y adolescencia fueron periodos felices que marcaron el inicio de su camino como creador, coincidiendo con momentos históricos como la toma de posesión del presidente John F. Kennedy. A los 20 años, Lynch dio un paso decisivo hacia las Bellas Artes al mudarse a Filadelfia para estudiar en una academia de arte. Allí se dedicó al dibujo y la pintura, a la vez que comenzaba a experimentar con el cine. La beca obtenida tras ganar el concurso del American Film Institute con su cortometraje The Grandmother fue el impulso definitivo que lo llevó a Los Ángeles y marcó el inicio de su carrera cinematográfica.

En 1977, Lynch dirigió Eraserhead (Cabeza Borradora), una película surrealista con tintes de terror y fantasía que se convirtió en un fenómeno de culto en los cines underground de Estados Unidos y en salas de cine de autor alrededor del mundo. Su siguiente obra, El Hombre Elefante (1980), marcó un cambio de registro. Inspirada en la vida de Joseph Merrick e interpretada magistralmente por John Hurt, esta cinta en blanco y negro obtuvo ocho nominaciones al Óscar y lanzó a Lynch al estrellato. A pesar del traspié que representó su versión de Dune (1984), basada en la novela homónima de Frank Herbert, Lynch recuperó su prestigio con Blue Velvet (1986). Esta película, protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini y un imponente Dennis Hopper, consolidó su estilo característico: una fusión inquietante de belleza y oscuridad. Además, marcó el inicio de su colaboración con Angelo Badalamenti, compositor que se convertiría en un elemento clave en gran parte de su obra, especialmente en la banda sonora de Twin Peaks.

La brillante Corazón Salvaje (1990), con Nicolas Cage y Laura Dern, obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Más tarde, Lynch nos sorprendió con la compleja Carretera Perdida (1997) y la conmovedora Una Historia Verdadera (1999), donde Richard Farnsworth interpretó a un hombre que recorre el país en un cortacésped para reconciliarse con su hermano enfermo. Mullholland Drive (2001) e Inland Empire (2006) reafirmaron su estatus como un autor único en el panorama cinematográfico. Su legado no solo ha marcado a generaciones de cinéfilos, sino que también ha influido a cineastas contemporáneos como Denis Villeneuve, Yorgos Lanthimos y Jordan Peele.

El sello inconfundible de David Lynch, con su capacidad para explorar los rincones más oscuros y enigmáticos de la experiencia humana, permanecerá como una de las contribuciones más fascinantes al arte del cine.

2 comments

Virginia 22/01/2025 - 05:29

Crónica propia, de Días de Cine. Gracias

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Ivan Morales 22/01/2025 - 07:18

¡Gracias, Virginia!

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