A pesar de amanecer el domingo 26 de noviembre frío y con la niebla típica de la meseta castellana, 12 coches y 29 socios, amigos y familiares de la Asociación Cultural la Senda, con sus SEAT 600 y otros clásicos se dieron cita, a las 10 de la mañana en Tordesillas, para iniciar una excursión que los llevaría hasta Tiedra.
Pasamos por Villalar de los Comuneros donde recordamos que el 23 de abril de 1521 se celebró la batalla decisiva que puso fin a la Guerra de las Comunidades de Castilla que enfrentaba al rey Carlos V contra los Comuneros.
El siguiente pueblo fue Pedrosa del Rey, donde el frío y la niebla solo permitieron hacer una visita panorámica del municipio. Municipio convertido en un gran museo al aire libre dedicado a la labranza, con el que han pretendido recuperar una de sus señas de identidad y poner en valor lo que fue, en su momento, una industria floreciente, motor de la comarca.
En Casasola de Arión Francisco Treceño Losada, el arqueólogo, que se pasó a la artesanía geométrica, fue sin lugar a dudas la estrella de la jornada. Nos contó, con la pasión de quien disfruta con su trabajo, cómo ha recuperado y mantenido la fábrica familiar de aventadoras y que de forma autodidacta aprendió a manejar el torno con tal maestría que ha logrado reproducir el Cono de Apolonio del siglo II A.de C. imprescindible para estudiar las secciones cónica y vende en los cuatro continentes.
Pero no solo talla esta gran obra maestra, hace piezas de todo tipo, tratando con con mimo la madera que él mismo selecciona, cuida y envejece. Otra de sus obras más relevantes es la denominada paradoja mecánica o paradoja dinámica, que consiste en un doble cono que “cae hacia arriba” o que “sube bajando” por un plano inclinado. En fin, una gran clase magistral de geometría y sobre todo de amor por una profesión apasionante enclavada en la Castilla profunda, que desgraciadamente no sabremos si tendrá continuidad.
El Castillo de Villalonso fue la siguiente parada. Nos explicaron que es un castillo-palacio reedificado en el siglo XVI y formaba parte de la línea defensiva formada por los castillos de Mota del Marqués, Torrelobatón y Tiedra. Sufrió con dureza la represión de la guerra de las comunidades y ahora es de propiedad privada.
Una mañana cargada de cultura que finalizaba en Tiedra, donde nos estaban esperando para visitar el centro de interpretación de las lavandas. Un centro perfectamente diseñado para entender el mundo de los perfumes a lo largo de la historia. Un referente en tierra de campos con grandes plantaciones de lavandas que visitan cientos de turistas, sobre todo en la época de máxima floración.
La comida, en un restaurante típico de Tiedra, sirvió para relajarnos y compartir los momentos agradables del día y hacer planes futuros.
Domingo muy agradable entre amigos. Un recorrido perfecto para recordar la historia que tienen nuestros pueblos y comprobar que tienen proyectos, presentes y de futuro que les permiten mirar con optimismo hacia adelante. Solo deseamos que esto sea una realidad duradera y que sigamos disfrutando de esa España que se resiste al abandono.
Muchas gracias a la organización, que con excursiones como esta seguiremos aprendiendo, disfrutando y divulgando de todo lo bueno que tiene nuestra tierra.