Ahora que acaba el mes de julio, me pasan desde el grupo fotográfico «ayer y hoy» estas dos instantáneas de la fiesta de vacas que se daba en la plaza mayor, con motivo de la celebración del 18 de julio.
Los palos verticales cortaban el acceso a los soportales y en el cuadrilátero de la plaza los aficionados corrían los toros mientras una abigarrada multitud contemplaba las evoluciones toreras con auténtica delectación.
A mes y medio escaso de las fiestas de la Peña, estas del 18 de julio atraían como imán a los toreros de fortuna. Todos cuantos trabajaban habían cobrado la «paga extraordinaria» y la efusividad alegre se palpaba entre chicos y grandes. La Plaza mayor de Tordesillas, coqueto lugar de encuentro, tiene y guarda en estas dos fotografías el simbolismo de un tiempo que fue esperado y admirado con las empalizadas de madera y la singular actividad de correr los toros.



