El CEIP Pedro I vuelve a reanudar sus jornadas sobre “Concienciación de la Discapacidad” colaborando con los miembros del Taller Ocupacional de Tordesillas.
Cada año nuestro centro pretende conseguir el respeto por los derechos de las personas con discapacidad, pues según aporta la ONU “no sólo es una cuestión de justicia, también es una inversión de futuro”. Que mejor forma de dar a conocer la discapacidad a nuestra comunidad educativa que trabajar con nuestro aula madurativa junto con el taller ocupacional de la localidad. Para ello, un año más el CEIP Pedro I celebra las jornadas de Concienciación de la Discapacidad junto con el alumnado de 4º de primaria.
Antes de desarrollar estas jornadas, aprovechamos esta ocasión para presentaros el nuevo nombre de nuestro aula madurativa, objetivo perseguido por nuestro equipo de atención educativa y en colaboración con toda la comunidad educativa de nuestro centro. Así, después de valorar diferentes opciones y tras la votación por parte de todos los alumnos/as del centro, podemos decir que nuestro aula se convierte en el AULA MÁGICA.
Una vez que la normalidad se ha impuesto tras unos años de parón debido a la pandemia, retomamos las jornadas de concienciación de la Discapacidad para dar visibilidad de las dificultades, necesidades y características de los alumnos/as que forman parte del “Aula Mágica” de nuestro centro.
El 12 de abril comenzamos con una gimkana por parte del alumnado de cuarto de primaria del centro, alumnos del Aula Mágica del mismo y personal del Taller Ocupacional de la localidad. Siete son los talleres organizados para que nuestros participantes pudieran experimentar las dificultades con las que cada día se tienen que enfrentar en su vida ordinaria nuestro alumnado con discapacidad.
Estos talleres han hecho referencia a diferentes discapacidades y su relación con cada uno de los sentidos en nuestra vida ordinaria. Además, este año como novedad hemos incluido en unos de los talleres actividades en relación al alumnado con TRASTORNO DE ESPECTRO AUTISTA (TEA), ya que, aunque no es una discapacidad en sí misma, cada vez está más presente en la escuela ordinaria.
Así después de todo el recorrido por los siete talleres, nuestro alumnado ha experimentado oliendo diferentes olores, han descubierto objetos a través del tacto, aprendieron a signar el alfabeto dactilológico llegando a configurar sus nombres utilizando sus manos, se enfrentaron a las dificultades de moverse o vestirse al experimentar con las dificultades motóricas, en el taller mental aprendieron que el cerebro a veces nos envía información diferente según las personas así como participar en un circuito con una limitación sensorial visual y a vivir en primera persona algunas de las dificultades que viven los alumnos con TEA. Superadas cada una de las pruebas recogían su ficha premio en el que se incluía un mensaje escondido. Mensaje que al final de la jornada pusieron en común los diferentes grupos.
La labor de los alumnos del Aula Mágica y del Taller Ocupacional era la de explicar el funcionamiento de las pruebas y que se llevaran a cabo de manera correcta, para conseguir luego la ficha que completaba el puzle de cada uno de los equipos.
Y el día culminó de la mejor manera posible pues nuestra antigua compañera Mónica Prieto, maestra del aula madurativa durante más de 15 años y actualmente colaboradora con la ONCE, impartió una charla a nuestros compañeros de 4º de primaria sobre la discapacidad visual y la respuesta educativa que puede recibir este tipo de alumnado. A través de una presentación conocieron las diferentes enfermedades que afectan al sentido de la visión y pudieron experimentar con la máquina Perkins donde escribieron su nombre en braile e intentaron leer con los dedos, algo que no resultó nada fácil.
Fue una jornada muy vivencial, participativa y necesaria pues la discapacidad forma parte de nuestra sociedad. Agradecemos la colaboración de todos los miembros que participaron: alumnado de 4º primaria, especialistas de atención educativa del centro, miembros y alumnos del Taller ocupacional de Tordesillas, así como a nuestra antigua compañera Mónica. Gracias por un día tan diferente pero tan necesario.
