No cabe la menor duda de que donde disfrutamos a fondo cuando tenemos una alegría es con nuestra familia, y donde nos apoyamos y refugiamos cuando nos llegan las dificultades del tipo que sean es con nuestros familiares.
Ahí nos quieren como somos, nos aman incondicionalmente, ¡Solo por ser! y seas como seas.
Decía Onassis. “He sido el hombre más rico del mundo, pero no me he sentido feliz porque nadie me ha querido como persona”.

El matrimonio es tan antiguo como la humanidad. Se inicia con nuestros primeros padres Adán y Eva. En el primer libro de la Biblia, narra la Creación por parte de Dios con estas palabras. “Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza, varón y mujer los creo. Y los bendijo Dios, y les dijo. Creced y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla, dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo, y todos los animales que reptan por la tierra.”
Jesús que es Dios, quiso nacer en una familia, durante treinta años con San José y la Virgen María. Y como una persona normal que era, le gustaba participar en los acontecimientos sociales.

Y nos cuenta San Mateo en su Evangelio que Jesús fue invitado con sus discípulos a una boda en Cana de Galilea y allí se dio el primer milagro de Jesús, el de convertir el agua en vino, a petición de la Virgen que se dio cuenta de que estaba escaseando el vino. Sabemos que Jesús le dijo a su Madre que sabía ¡Que no había llegado su hora! pero la Virgen sabía que a pesar de la negativa, Jesús lo haría. Por eso les dijo a los sirvientes. “Haced lo que El os diga.” La cita del Evangelio es: (Mtº 2,1-12)
Así el matrimonio que ya estaba instituido desde el principio de la Creación único e indisoluble, Jesucristo lo santifica y lo eleva a Sacramento.
El matrimonio para los que se sienten llamados por ese camino, es el medio para santificarse en él y ganarse el cielo.
Nunca ha sido fácil sacar adelante a la familia, pero hay que reconocer que ahora hay factores que antes no se daban. Y por tanto los padres de familia tienen más dificultad en la educación de los hijos, el poder compaginar el trabajo y la atención a ellos.
No existe la familia perfecta, todos tenemos defectos. En cualquier convivencia hay roces, y en la familia que es una convivencia más estrecha es normal que los haya. El Papa en las primeras audiencias en las hablaba de la familia decía: “Que si se enfadaban que nunca se fueran a la cama sin pedirse perdón.”

Pero esos pequeños roces si hay verdadero cariño, no nos deben separar de los demás, y en cambio aprovechar para aprender qué cosas le molestan a los demás para no hacerlas o no decirlas.
Tenemos que preservar la paz familiar, contribuyendo cada uno para que todos se sientan a gusto en casa.
Sabemos que la Sociedad familiar, siempre ha tenido detractores. Ya en 1874 Chesterton tenía una frase que decía: “Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen porque no saben lo que deshacen”. Los que van en contra de la entidad familiar quieren que los individuos no tengan vínculos familiares, que vivan a la deriva y así es más fácil amueblar su cabeza con las cosas que les ofrezcan, sea la droga, el sexo….
Hay que proteger nuestra familia y cuidarla mantener vivo el amor cada día con detalles de cariño concretos (creo que era Rafael el que lo decía en una entrevista hace poco) que el amor en el matrimonio había que cuidarlo cada día, que no se podía dar por supuesto.

Es verdad que hay familias desestructuradas y que los que más sufren son los hijos sobre todo si son pequeños. Lo que más seguridad les da a los hijos ver que sus padres se quieren.
Pero hay muchas más familias que viven felices, tanto matrimonios mayores como jóvenes pero estas no hacen ruido. Son sin pretenderlo un testimonio para la sociedad.
Leí en el Semanal de hace ya un tiempo la entrevista que le hacían al ganador de Marter-Chef, Eneko Fernández. Estaban asombrados en el programa que los dos finalistas apostaran por menús dedicados a la familia y Eneko dijo: “Es que mi vida es así, mi mujer, mis hijas, mi familia, la tradición… además con mis padres y mis hermanos, la relación también es fantástica. Así que al expresar, algo de mí en un plato, lo lógico es que salgan todas estas cosas positivas. “
Y esta anécdota la viví yo un día que estuve en Urgencias del Clínico. Estuve desde la mañana hasta casi las 8 de la tarde. Había una señora de unos 90 años que le tenían que seguir haciendo pruebas por la noche. Pero ella se negaba a pasar allí la noche. Ponía como condición para quedarse, que pasara su hijo a darle “dos besos” y tanto insistió que tuvieron que dejar pasar al hijo, estuvo animándola y ya se quedo conforme a pasar allí la noche.

Cuando la Dana de Valencia, entre las personas que salieron en la tele agradeciendo la ayuda que habían recibido en detalles de servicio, salió un matrimonio diciendo que en medio de tanto dolor de haberlo perdido todo, estaban muy agradecidos por los detalles de cariño y servicios que habían recibido; y detallaba el ejemplo de tantos jóvenes y concluía el marido con esta frase.”Estas cosas no se improvisan, estos jóvenes han recibido de sus padres una formación y ejemplo de espíritu de servicio y de preocupación por los demás”.
A la Virgen que la invocamos en la letanía del rosario Reina de la Familia, le encomendamos todas las familias del mundo.
Humor: Una mujer está leyendo un libro y le dice a su marido: Pepe, aquí hay un tal Gustavo Adolfo Bécquer que te ha copiado los versos que me mandabas cuando éramos novios.
Un señor está leyendo el periódico y le dice su mujer: ¿trae algo nuevo el periódico? y le dice. “Si” y ¿qué es? “La fecha “.