La juventud de Tordesillas, viene celebrando como en otros tantos lugares de la región, su particular día de quintos. Se trata de reunirse los chicos y chicas que cumplen 18 años en torno a una celebración para dar testimonio y recordar el año en el que adquirieron su mayoría de edad y con ello, más que nada, responsabilidades, porque libertad, lo que se dice libertad, la adquieren desde que nacen y empiezan a disfrutarla desde los primeros añitos. “Juventud divino tesoro, que te vas para no volver”, que acuñara Rubén Darío.
El acto principal de la celebración se centró en desarrollo de “la capea” en la finca El palo, ubicada en el pago de “La China” no muy lejos del río Zapardiel, donde disfrutaron toreando unas becerras, que hicieron subir la adrenalina de los más valientes y descojonarse de risas al resto. Todo se desarrolló sin ningún tipo de percance torero y dentro de la más absoluta normalidad.
Cuando los cuerpos estaban cansados de tanto ajetreo llegó la hora de reponer fuerzas en torno a una sabrosa paella, bien acompañada de la correspondiente bebida para todos los gustos. Esto duró hasta las cuatro de la tarde y a partir de ahí entró en escena “Dale a tu cuerpo alegría Macarena” a cargo de la Charanga LA SAL DEL COMPAS, que se encargó de hacer el resto hasta bien entrada la noche noche.
En los tiempos que corren, cargados de noticias negativas sobre clima, pandemias y otras amenazas es un alivio escribir este corto pero emotivo relato, sobre las formas y maneras en las que nuestros jóvenes encuentran la diversión, que comienza por uniformarse con una prenda tan sencilla como una camiseta que les hace sentirse a todos iguales.
Desde La Senda, les felicitamos por ello.
¡Viva la juventud de Tordesillas! ¡Viva la Quinta de 2005!