Ulises en Calcuta

por Ivan Morales
Dentro de un taxi en Calcuta.

Mientras el taxi serpenteaba a toda velocidad por las calles abarrotadas de gente, nuestros sentidos eran golpeados por continuos estímulos –escenas de otra época en colores vivos y vibrantes en ambientes cargados con las más diversas esencias– que rápidamente nos invitaron a pensar que esta nueva experiencia no nos dejaría indiferente.

Callejeando por Calcuta.

Tras 9 horas de viaje con una breve pero acalorada escala en Dubai -38ºC a la 1 de la madrugada-, nos recibieron con un bonito collar de flores dos monjas de la orden de los Sagrados Corazones llamadas Pushpa y Sandhia. La amabilidad de estas sisters no solo se vio reflejado en este sentido gesto sino en el hecho de que nos acompañaran a todas partes y nos abrieran multitud de puertas a distintas realidades para despertar -días antes de comenzar nuestro proyecto de voluntariado- nuestros pobres y aletargados espíritus.

Niños ciegos en una escuela especial.

Durante los 3 días que permanecimos recorriendo las arterias de esta gran metrópoli, pudimos comprobar como todo tipo de vehículos, animales y personas –muchas de ellas de diferente credo y condición-, convivían fraternalmente vendiendo o circulando por sus incontables calles en una simbiosis que no muchos lugares del mundo comparten. Cada día volvíamos a la residencia de los Hermanos Jesuitas – muy cerca de la casa general que la Madre Teresa de Calcuta fundó junto con otras 12 Hermanas de la Caridad – como si hubieran transcurrido semanas.

Junto a Pushpa tuvimos la suerte de visitar diferentes obras de la Madre Teresa repartidas por toda la ciudad, como el centro de atención a enfermos y personas mayores de Kalighat, el centro de atención a discapacitados de Premdan, el orfanato de Shishu Bhavan o la leprosería a las afueras de Calcuta de Titagarh. Otra de las personas que más marcó en nuestra estancia fue Antonio, un español que dirige desde India la fundación ‘Colores de Calcuta’, en el barrio de Howrah. Gracias a él pudimos conocer la gran labor educativa que realizan en un colegio para niñas y la atención socio-sanitaria que brida la fundación en un centro médico del barrio. Allí también tuvimos la oportunidad de entrevistar a la voluntaria Geeta Rakshit, la primera ginecóloga de la India galardonada con la medalla presidencial.

Fábrica para leprosos de Titagarh

Nuestra estancia en Calcuta concluyó con un breve recorrido turístico por la ciudad, visitando entre otros lugares el Victoria Memorial, la iglesia anglicana de St. Paul, el puente de Howrah y el New Market. Este texto fue escrito por los voluntarios españoles Emilio, Ismael y un servidor en el verano del 2015.

Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años… Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés viva, siéntete viva. Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas… Sigue, aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡Pero nunca te detengas!” Madre Teresa de Calcuta

Niños en una calle del centro de la ciudad.

Deja un comentario

*Al utilizar este formulario, usted acepta el almacenamiento y manejo de sus datos por parte de este sitio web.

Artículos Relacionados

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más