La pandemia ha supuesto un gran reto en educación al tener que prescindir de elementos tan básicos como el trabajo en equipo o la simple interacción que supone, entre otras cosas, compartir recursos e ideas entre los alumnos. Esto ha forzado a acudir a actividades individuales con grados de complejidad menor que, en ocasiones, no han sido suficientemente satisfactorias en el aspecto educativo. Sin embargo, en otras muchas ocasiones, los alumnos han respondido sobreponiéndose a esta situación y a sus limitaciones con un derroche de originalidad y unas ansias por destacar en grado sobresaliente. Este es, sin duda, el caso de los alumnos de 1º y 3º de Tecnología del colegio Divina Providencia de Tordesillas.
La propuesta para ambas clases era la misma; construir una estructura a base de palillos del tipo que quisieran pegados con el pegamento que desearan y que integrase en la estructura al menos 12 triángulos (ya que como vimos en clase estos aportan rigidez a la misma). Se les permitía el uso de una base, de elementos de apoyo como tirantes y poder montarla en dos piezas para facilitar el transporte. A pesar de lo similares que eran los proyectos, el objetivo principal para cada clase fue totalmente diferente. Para la clase de 1º el objetivo principal consistía en conseguir una estructura lo más alta posible, con una altura mínima de 12cm. A la clase de 3º, en cambio, se les pidió una estructura de la máxima resistencia, ya que el requerimiento mínimo implicaba soportar el peso de dos bricks de leche y con esa carga aguantar un golpe lateral en la base (para simular un terremoto). Los resultados del proyecto fueron simplemente espectaculares, con una participación mayoritaria y superando ampliamente mis expectativas como profesor:
- 1º de la ESO:
La estructura más alta de la clase consistió en una torre de comunicaciones de 91cm de alto. Impresionante.

Aunque la que más elogios se llevó fue una noria de feria que tenía todos los detalles. Lástima que mi foto no le haga justicia.

Otras obras reseñables fueron:
Por supuesto, hubo más estructuras interesantes que no aparecen en este artículo pero que serían dignas de reconocimiento por su grado de complejidad. ¡Buen trabajo a todos, chavales!
- 3º de la ESO:
En este caso, los objetivos del proyecto no permitían la realización de estructuras vistosas sino la resistencia de las mismas, tanto en relación al como a esfuerzos laterales bruscos mientras estaban cargadas. Es decir, teníamos un objetivo práctico más que estético. Algo que pensamos que es más acorde con las edades de los alumnos de este curso y que, obviamente, es un reto mayor. Los resultados fueron impresionantes ya que, aunque no hubo estructuras estéticamente sobresalientes, sí pudimos comprobar cómo alguna de ellas llegaba a soportar el peso del profesor (100Kg), sin sufrir daños.
Algunos ejemplos de estas estructuras fueron las siguientes:









Para finalizar, debo manifestar mi satisfacción por el buen hacer de los alumnos y el cariño con que abordaron este proyecto, algo que quedó patente en las calidades generales de todos ellos. Mis más sinceras felicitaciones a las dos clases por un trabajo bien hecho. Confío plenamente en que el próximo proyecto recibirá una acogida similar y esperemos que en breve dejemos atrás la pandemia y podamos volver a realizar actividades en equipo.
Ricardo de Vega López, profesor de Tecnología de la ESO