En el día de ayer miércoles 6 de abril, este era el titular en los periódicos de tirada nacional y desde la Senda nos queremos hacer eco de ello, no por felicitar a la Guardia Civil, que también, sino por trasladar con esta buena noticia generada por nuestros «Ángeles de Verde», la vuelta a la tranquilidad, particularmente de nuestros mayores, que han sido los esencialmente afectados por los delincuentes detenidos.
Hablando de la vuelta a la tranquilidad, si, pero sin bajar la guardia y atentos a cualquier movimiento o gesto sospechoso, que ello no está reñido con el gran espíritu solidario del pueblo de Tordesillas. Y esta recomendación, sin alarmismos, va dirigida a todos los vecinos de Tordesillas, sin exclusiones, porque a veces vivimos demasiado confiados y ajenos a lo que sucede a nuestro alrededor. No debemos obsesionarnos, porque aun podemos decir que vivimos en un paraíso, en gran medida, gracias al cuerpo de la Guardia Civil, al que desde aquí felicitamos y damos las gracias.
No podemos dejar fuera de nuestra gratitud a los agentes de la Policía Municipal de Tordesillas, que recientemente han visto incrementada su plantilla y la buena noticia de la próxima instalación de cámaras de vigilancia.
Sin más y como el relato de lo acontecido, lo han podido ustedes leer en otros medios, pasamos a lo más sustancial, que es explicarles en que consisten las prácticas empleadas por estos malhechores.

EL HURTO DE LA MANCHA
El hurto de “la mancha” aunque es un método muy conocido desde hace años, sigue estando vigente en nuestros días. Consiste en hacer una espera en una entidad bancaria hasta que sale su víctima (generalmente elige a las personas de avanzada edad). Una vez que abandona la sucursal van detrás de ella hasta un lugar apartado donde no suela haber demasiada a gente. Un individuo arroja alguna sustancia sobre la ropa de la víctima y en ese momento un cómplice se acerca y se ofrece amablemente a limpiársela. En ese momento de desconcierto y bochorno es cuando aprovechan para sustraer los efectos personales que la víctima porta en el interior de los bolsillos – sobres con dinero recién sacados del banco y que previamente ya sabían dónde estaban.
EL HURTO DE LA SIEMBRA
El hurto de “la siembra” consiste en vigilar en los exteriores de cajero de entidad bancaria observando en el momento en el que el cliente está haciendo una extracción de dinero, y aprovechando el momento en el que el dispensador automático está procesando la operación para expulsar la cantidad de dinero solicitada por el usuario arrojar una pequeña cantidad de dinero a los pies del cliente e indicando uno de los autores a la futura víctima de la presencia de ese dinero a sus pies, siendo el instante en el que se agacha el cliente para recoger esa cantidad de dinero en la que otro cómplice se apropia del dinero del cajero yéndose con él del lugar.