El tema es la Cuaresma. Para el titulo me he servido de la propaganda electoral de las elecciones pasadas.
Aunque el fondo es distinto, en la política es la lucha por el poder. Y en el tema que nos ocupa es la lucha por alcanzar la santidad y el amor a Dios, la fuerza que nos mueve.
Empezamos el tiempo de Cuaresma con la Imposición de la ceniza en la frente mientras el sacerdote nos dice las palabras. “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”. Y en la oración colecta de la Misa de ese día nos dice: Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantengamos en espíritu de conversión, que la austeridad penitencial de estos días nos ayude en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por Jesucristo nuestro Señor.

El Papa en la Cuaresma de este año nos anima a los cristianos a una nueva conversión y renovación personal para prepararnos a celebrar la Pascua de Resurrección. En este tiempo la Iglesia nos pide que vivamos el ayuno, la oración y la limosna.
El ayuno, aparte del que nos ha pedido el Papa el miércoles de ceniza a todos, creyentes y no creyentes, para pedir por el cese de la guerra en Ucrania, nos obliga también el Viernes Santo, al ayuno y abstinencia, y los viernes de cuaresma a abstenerse de comer carne.
La cuaresma es tiempo de penitencia pero también de esperanza, porque esperamos en la Resurrección de Jesús después de su Pasión y Muerte. Que es garantía de nuestra Resurrección. Porque nos dice San Pablo: Si Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe.
El ayuno que nos pide Dios no se reduce solamente a privarnos de la comida, sino de todas esas cosas que llenan nuestro corazón y no dejan sitio a Dios. Cada uno podemos ver, haciendo oración con Dios de qué cosas nos podemos privar algún día o algún rato. Por ejemplo si estamos enganchados en algún programa o entretenimiento de la tele, prescindir algún día de él, limitar las veces de mirar el móvil; no dedicarle tanto tiempo a los video-juegos o a las redes sociales, no picar entre horas….Todos estos detalles vividos por amor a Dios, uniéndolos a la Pasión de Jesús tienen muchísimo merito, y a nosotros nos sirve para acercarnos un poco más a Él.
La solidaridad no es una costumbre de ahora porque esta caridad se ha vivido desde el tiempo de los apóstoles. Santiago en su epístola en 2:14-26, dice: Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero no debe ser un aporte de lo que nos sobra sino de lo que tenemos y lo compartimos con los demás.

Jesús cuando habló a sus discípulos de su pasión, de todo lo que le iba a suceder, no lo entendían. Nos lo cuenta San Marcos en su evangelio: El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días. Mc 8, 27-33. Aunque en aquel momento no lo entienden y durante la Pasión de Jesús lo dejan solo, después de que Jesús subió al cielo y los dejó a cargo de la Iglesia que El había fundado, todos menos Judas que fue el traidor, dieron su vida por El, algunos con el martirio.
Nuestra verdadera conversión se manifiesta en la conducta, en nuestro comportamiento con la familia, procurando ser más amables, comprensivos, pacientes y alegres.

Desagraviar al señor por nuestros pecados y los de la humanidad entera. La mejor manera de desagraviar es pedirle perdón en el sacramento de la penitencia que ahí nos da la gracia del arrepentimiento, y para ser mejores en adelante, contando con nuestro propósito de la enmienda. No seamos como el chiste del gitano que se va a confesar y se acusa de haber robado doce sacos de cebada y dice: apunte trece, que mañana voy a buscar el que queda.
Otro modo de desagraviar es aceptar las contrariedades y penas que nos vengan y ofrecérselas a Dios: falta de salud, falta de trabajo, problemas familiares…..Todo eso nos acerca a Dios y nos santifica. A veces las personas nos buscamos cosas que nos hacen sufrir como hacerse un tatuaje, llevar un régimen que presupone un sacrificio, solo por el gusto de estar más esbeltas. Otros se hacen una dolorosa cirugía estética, como la modelo canadiense Linda Evangelista, que venía hace pocos días en los medios de comunicación. Cuenta ella misma el calvario que ha sufrido por una operación de este tipo y como le ha llevado a estar recluida durante cinco años.

Acudamos a la Virgen de Ucrania que intervenga por sus hijos y les de su Paz en medio de la guerra. Que ilumine a todos los líderes que intervienen en ella para que rectifiquen y no sigan adelante.
Humor:
Una señora ve que su tren acaba de irse. Enfadada se dirige al jefe de estación:
¡Acabo de perder un tren!
Y este le dice, vamos a ver señora, un tren es muy grande. ¿Donde dice que lo perdió?
Una señora entra en una droguería.
Hola, quería un champú.
¿Cómo lo quiere: para cabello normal, graso, anti caspa….
¿Yo? Para cabello sucio.