La Célula que  sostiene y mantiene a la Sociedad. La Familia

por Antonia Núñez Millán

El Papa este año lo ha dedicado a la familia con ocasión del V aniversario de la publicación de la Carta apostólica “Amoris Letitia” y dura hasta la Jornada Mundial de la Familia, que se celebra en Roma el veintiséis de junio de este año 2022.                                                                              

  Lo ha titulado: “Defendamos La belleza de la familia”. Un titulo que le va muy bien, porque ¡qué proyecto hay que sea más hermoso y bonito el que dos personas se unan para llevar adelante un proyecto de ayuda mutua y de perpetuación de la especie dando vida a nuevos seres! (Esto último aunque esté tan trivializado y despreciado el tema del sexo) no deja de ser un milagro que dos personas unidas en matrimonio den vida a un nuevo ser. Esto que cuento se lo oí de pequeña a mi padre que no tenia estudios de Antropología ni de teología  pero se daba cuenta que eso era un milagro  y  se lo comentaba a un amigo. En el primer libro de la Biblia que se llama Génesis viene explicada la Creación del mundo y del hombre. Es un poco largo el capitulo, yo solo voy a poner las frases relacionadas con la creación del hombre. Después que Dios creó al hombre, dijo: No es bueno que el hombre esté solo voy a hacerle una ayuda adecuada para él. Entonces dijo el hombre. Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne, se la llamará mujer. Adán llamó a su mujer Eva porque ella habría de ser la madre de todos los vivientes. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. En ese momento de la creación ha sido instituido el matrimonio único e indisoluble.

Después cuando Jesucristo y sus discípulos  fueron invitados  a una boda  en Caná de Galilea lo santifica y lo eleva a Sacramento. Para la persona que le interese leer el capítulo entero es: San Juan 2, 1-12.

También decía el Papa: La familia está viva, es la fuente de toda fraternidad y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz.

En el viaje que hizo a Budapest y Eslovaquia, en el avión de vuelta, los parodistas le preguntaron al Papa, sobre el matrimonio, las parejas y los homosexuales. Les dijo: he hablado claro sobre esto. El matrimonio es un Sacramento de la Iglesia y no se puede cambiar. Y con respecto a las parejas de homosexuales,   si quieren vivir juntos, el estado tiene posibilidad civilmente de ayuda darles por el tema de la salud, de la herencia….Son hermanos y hermanas nuestras y les tenemos que acompañar, respetar y quererles. Pero el matrimonio es claro agregó. La Iglesia Católica no puede impartir su bendición a las uniones del mismo seso.

Pienso que ahora las familias tienen más dificultades en su matrimonio, por muchos factores, por eso la Iglesia sobre todo a los matrimonios jóvenes, les ofrece su ayuda y orientación para que les sea más fácil recorrer el camino que tienen por delante, siempre contando también con la ayuda de Dios que nunca falta y si están casados por la Iglesia tienen la gracia que les da el Sacramento específica para su vida de matrimonio.  Como es la educación de los hijos, en la niñez  inculcarles desde pequeños las virtudes de la generosidad para que sepan compartir, el obedecer, el orden para que sepan recoger sus cosas, el esfuerzo para estudiar y ayudar en cosas que ellos puedan hacer en la casa, el respeto a los demás empezando por los de su familia padres y abuelos. Y los padres que vayan por delante porque el mejor predicador es fray ejemplo. Que les sepan dedicar tiempo para que cuando tengan un problema puedan acudir a consultarlo con sus padres porque están disponibles. Y no les pase como a uno que contó un profesor que daba clases a niños en un colegio. Que un niño le preguntó a su padre que cuanto ganaba a la hora, y pagárselo él de sus ahorros y le dedicara esa hora a él. El otro día leí en la prensa un chico decía que cuando estaba solo en casa se metía en su habitación con el móvil para no aburrirse.  Y el marido compartir con su mujer las tareas de la casa, no solo ayudar que eso lo pueden hacer los hijos según van creciendo, sino compartir las tareas, y colaborar en la educación de los hijos no solo la madre porque los hijos son de los dos y no del gobierno como nos quieren hacer creer.

Hace poco hemos celebrado el día de la mujer haciendo un gran hincapié en el feminismo.

En el mes de febrero en la Universidad Católica de Valencia ante la recién creada “Cátedra de la mujer” la primera conferenciante ha sido la senadora italiana Paola Binetti (Roma) reconocida neuropsiquiatra y profesora universitaria.  Ha hablado precisamente del feminismo, decía: No existe un “verdadero liderazgo de la mujer “si no existe la “doble integración “del ámbito  familiar y el ámbito laboral.

La verdadera novedad del feminismo católico bien entendido, es que no quiere renunciar ni  a su familia ni a su trabajo. Lo quiere todo, una familia unida y una carrea profesional desarrollada al máximo. 

Todos los hombres y mujeres del mundo necesitan ser y hacer familia. Esto se hará de manera distinta, ya sea por carácter o por género.  Creo que puede asumirse perfectamente que los hombres hacen mejor unas cosas y las mujeres otras. Podemos hacer más desde el liderazgo conjunto. Eso no tiene nada que ver con someter al hombre o usarlo, como señalan algunas extremistas; esa visión está deformada y es peligrosa.

En mi opinión, las mejores soluciones posibles saldrán de la combinación de las aportaciones del hombre y de la mujer, integrando ambos puntos de vista.

Esto  ya  es mi aportación  personal, que es   verdad que hemos avanzado mucho con respecto a la integración de la mujer, pero hay que seguir avanzando y el primer objetivo es la igualdad en el salario cuando realizan el mismo trabajo  el hombre que la mujer

Para que en nuestro hogar reine la alegría y el buen humor a pesar de las dificultades, nada más seguro que ponerlo bajo la protección de la Sagrada Familia Jesús, María y José. Que su vida tampoco fue nada fácil, y no nos consta que ni San José ni la Virgen estuvieran de mal humor al no encontrar sitio en Belén, ni al tener que salir de noche para Egipto porque perseguían a Jesús. La razón era porque confiaban en Dios.

Humor: Un niño le pregunta a su padre: Papá, ¿Dónde están los Alpes? Pregúntaselo a tu madre que es la que lo guarda todo.

Una mujer está leyendo un libro y le dice a su marido: Pepe, aquí hay un tal Gustavo Adolfo Bécquer que te ha copiado los versos que me mandabas cuando éramos novios.

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