Hace días que en esta revista nos anunciaban ya la fiesta del día de la Madre, es una fiesta muy bonita porque es reconocer a todas las madres su valor y su labor abnegada. Y empezamos el mes de mayo que es el mes que la Iglesia lo dedica más especialmente a la Virgen. Tenemos todo el mes para felicitarla y demostrarle nuestro cariño, honrarla, pedirle perdón por las veces que no le hemos prestado mucha atención, decírselo por nosotras y por todo el mundo.Hay en la Iglesia muchas oraciones dirigidas a la Virgen. La joya que sabemos que más le gusta, porque lo ha dicho Ella en sus Apariciones, es el Santo rosario. Pero además del rosario en este mes le podemos ofrecer más cosas e incorporarlas a nuestra vida. Rezar tres avemarías antes de irnos a la cama, pidiendo por la pureza nuestra y la de todo el mundo, el Ángelus a las 12, ahora en este tiempo de Pascua se le reza el Regina Coeli. Le recordamos a la Virgen en ese momento cuando el Ángel le anunció de parte de Dios que iba a ser Madre. Tenemos que agradecerle a la Virgen que aceptara lo que Dios a través del Arcángel San Gabriel le estaba proponiendo y gracias a su Sí Jesús la Segunda Persona de la Santísima Trinidad tomo cuerpo en las entrañas Virginales de la Virgen. Por eso Jesús es Dios y Hombre. Cada persona puede añadir todo lo que el amor le sugiera, la Virgen lo recibe con cariño como las buenas madres que no miran el valor de los detalles, miran el amor con el que se le da. La Virgen nos conoce a cada uno mejor que nosotros mismos y se adelanta muchas veces a nuestras necesidades, pero le gusta que acudamos a Ella para buscar su apoyo y su refugio; otro detalle es dirigirle miradas de cariño en la imagen que tengamos en casa, diciéndole lo que nos salga del corazón según nuestras circunstancias y necesidades. Si no tenemos ninguna imagen sería bueno que la pusiéramos lo mismo que tenemos las fotos de familia en un sitio visible para acordarnos de ellos.

En un folleto que se titula “El mensaje de Fátima y habla Lucia” ella cuenta que en la primera aparición les dijo la Virgen: “He venido para pediros que vengáis aquí seis meses seguidos los días 13 a esta misma hora .Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. Y ahora estamos en la misma situación. En ese momento era la segunda guerra mundial.
Lucia aprovechó para decirle a la Virgen si iban a ir al cielo. “Jacinta y Francisco los llevare en breve, aunque Francisco tiene que rezar antes muchos rosarios”. A Lucia le dijo: “Pero tú te quedas aquí un tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”. Y Lucia le dijo a la Virgen: “¿Me quedo aquí solita? No, hija. ¿Y tú sufres mucho por eso? ¡No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.”
En la tercera aparición, les repitió que sugieran rasando el rosario todos los días con el fin de obtener la paz del mundo y el final de la guerra porque solo por su mediación se puede conseguir.
La Virgen le dijo a Lucia cuando estaba en el convento de las Doroteas en Tuy. “Ha venido el momento en que Dios pide al Santo Padre que en unión con todos los Obispos del mundo haga la consagración de Rusia a mi Corazón, prometiendo salvarla por este medio”
Pio XII cumplió en parte este deseo de la Virgen, se dice en “parte” porque no fue en unión con todos los Obispos del mundo. Tampoco la que hizo Pablo VI, en 1965 y Juan Pablo II, fueron completas. En cambio la que hizo Juan Pablo II en 1984 en Roma ante la imagen de la Virgen de Fátima fue, según cuenta Lucia conforme a los deseos de la Virgen.

El Papa Francisco el día 25 de Marzo de este año en unión con todos los Obispos del mundo en Roma ante la imagen de la Virgen de Fátima hizo la Consagración por Rusia y Ucrania, y allí en Ucrania ante La Virgen Peregrina (una copia exacta de la Virgen de Fátima) hizo la Consagración un sacerdote.
Estas son algunas de las frases que el Papa le dirigió a la Virgen el día de la consagración. “Acoge, oh Madre nuestra suplica. Tu estrella del mar, no nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra. Tu, “tierra del Cielo”, vuelve a traer la armonía de Dios al mundo. Reina del rosario, despierta en nosotros la necesidad de orar y de amar. Reina de la paz, obtén para el mundo la paz.”
Sabemos que pocos años después cayó “el muro de Berlín”.
Vamos a rezarle el rosario con fe para que haga caer todos los muros del mundo no solo el de Ucrania y Rusia sino todos los conflictos bélicos de los distintos países.
El rosario, es arma poderosa. Lo podemos rezar solos, en familia, en la Parroquia, que en la mayoría de las Iglesias se reza sobre todo en este mes.
A la Virgen podemos acudir con confianza en todas nuestras necesidades y circunstancias para que Ella nos alcance de Dios aquello que por nosotros mismos no conseguimos. Nos puede servir el ejemplo de nuestra niñez. Cuando queríamos conseguir algo íbamos a nuestra madre para que ella interviniera en nuestro favor, ante nuestro padre.
Hay una Oración muy antigua en la Iglesia dirigida a Virgen a favor nuestro que dice así: “Acuérdate, oh Virgen Madre de Dios, mientras estás en la presencia del Señor de hablar cosas buenas de nosotros”.
Humor: Un señora entra en una librería: Desearía un libro de cocina. Sí señora. ¿Lo quiere grande o pequeño? Más bien pequeño, para que coman dos personas.
Otro: ¿Qué hacen los de Lepe cuando se encuentran una herradura? Cavan alrededor para ver si está el caballo.