
Después de dos años de pandemia tras el COVID-19 todos los chicos y chicas nacidos en el año 2002 han podido realizar sus respectivos «quintos» una fiesta lo más parecida a la de la primera vez y si cabe con más entusiasmo y alegría, como corresponde al hecho de haber superado un tiempo complicado y peligroso a pesar de no estar incluidos en un grupo de riego.
Como buenos tordesillanos, llevan en sus genes la afición a todo lo relacionado con las fiestas de la Peña, de tal manera que comenzaron sus particular celebración desplazándose a la finca El Palo, que se encuentra a cuatro kilómetros de Tordesillas y allí celebraron una capea que se desarrolló sin incidentes que lamentar, para posteriormente y después de reponer fuerzas, volver a Tordesillas sobre las cinco de la tarde.
De vuelta al pueblo, la fiesta continua en esta ocasión acompañados por la charanga La Sal del Compás, recorriendo las calles de Tordesillas cantando y bailando al ritmo de la música, mientras el cuerpo aguante.
«Juventud Divino Tesoro» Un hurra por nuestros jóvenes. Con ellos el futuro está garantizado.
Fotos: Alberto Poncela